Lucía se había arreglado con esmero ya que se vería con aquella nueva amiga y quería causarle buena impresión, por lo menos mejor que la causada el día anterior.
Antes de cerrar la puerta se miró en el espejo del recibidor y se vio bastante aceptable.
Hacía un bonito día y decidió hacer de nuevo el trayecto caminando.
Se dirigió hacia el parque y allí estaba su nueva amiga esperándola.
Se dirigió hacia el parque y allí estaba su nueva amiga esperándola.
-¡Buenos días Rosa! ¿Hace mucho que esperas?
-¡Hola Lucía! No, no hace mucho. ¿Has venido caminando?
-¡Si! La verdad es que hace tan buen día que no me apetecía esperar el autobús. Sin duda hoy al ser domingo pasan muy pocos. Me sentaré.
-Te veo mejor que ayer y más guapa.
-Comprendo. Lo que menos le apetece a una en esa situación es arreglarse, pero por ahí se debe empezar. No hay que permitir llegar a esos extremos. La imagen es importante sobre todo para nuestra auto-estima.
-Lo se. No se como he llegado a eso. Lo he pasado tan mal.
-Lucía, no vayas a empezar a llorar, no vale la pena hacerlo. Ya te darás cuenta de que tengo razón. ¿No sabes lo que había pensado?
-¡No!
Estaba muy bien en compañía de Rosa, dentro de ella sentía como si se conocieran de tiempo.
-¡Pues que te invito a comer! ¿Quieres?
-¡No se que decir! No tienes porqué invitarme.
-Me apetece hacerlo. Vamos para casa y prepararé comida para las dos.
Se levantaron y marcharon a casa de Rosa no tardando en llegar.
Al entrar en la portería salía su vecina Julia, se las quedó mirando y sin pensarlo le dijo.
-¡Hola Rosa! ¿Es tu hermana? Se parece a ti.
-¡No! Es una amiga.
-Pues chica, pasaría perfectamente por tu hermana, sois muy parecidas. Hasta luego Rosa y compañía, voy a casa de mi Marí, el embarazo lo lleva fatal. Que se le va a hacer.
La mujer se despidió, ellas se subieron en el ascensor hasta la cuarta planta.
Nada más entrar, Lucía se dio cuenta de que faltaban muchos muebles.
-Se que te sorprendes, pero se me llevó casi todo. Poco a poco iré reponiendo, algunas de las cosas.
Le enseñó la vivienda y una de las cosas que le encantó a Lucía era la gran colección de libros que orgullosos mostraban parte de sus cubiertas.
-¿Son tuyos?
-Si fueran de él no estarían aquí. ¿No crees?
-Claro, que tonta soy.
Rosa se dirigió hacia la cocina, Lucía le siguió los pasos.
Hacía muchos días que Lucía no se lo pasaba tan bien.
Rosa parecía más desenvuelta. Sería porque llevaba más tiempo sola y lo tenía más asimilado.
Pasaron un día espléndido y se sinceraron mucho más.
Al marchar, Lucía lo hizo con pena. Debía volver a su realidad.
Habían quedado para verse el sábado siguiente, habiendo intercambiado sus números telefónicos.
Continuará
Autora Verónica O.M.
Mejor para Rosa, sin mueble que le recuerde al hombre.
ResponderEliminarMuy pronto volverá a reunir todo lo necesario. Y de paso Lucía toma más valor.
Besos, Vero. 🌸🌺
Es cierto cuanto dices, Sara, además los muebles solo son cosas.
EliminarBesos 🌸
Buenos días, verónica como te dije anoche he leído los cuatro capítulos de esta nueva novela, y tengo que decir que esta muy bien, yo me pregunto ¿no será rosa un ángel que a venido a cuidar y proteger a Lucía? Estaremos a la espera de ver como va todo, ah te comento con la tablet de mi padre, te lo digo por el nombre del avatar por que seguramente saldrá el suyo, besos de flor.
ResponderEliminarMe alegra te guste, Flor, al parecer Rosa llegó en el momento adecuado, veremos como sigue su amistad.
EliminarBesos 🌸
Hola Vero, los mueble contra menos mejor, menos hay que limpiar. Meremos en que acaba la relación entre las dos amigas.
ResponderEliminarBesitos!
Hola, Cristina, me ha hecho gracia lo de los muebles, ja,ja.
EliminarVeremos...
Besitos 🌸
Hola Verónica.. Yo ausente desde el viernes, seguramente me he perdido, y no se muy bien donde estoy..pero seguiré a la expectativa..
ResponderEliminarUn abrazo.
No te preocupes, Llorenç, si no has estado.
EliminarUn abrazo
Esperemos que sea una buena amistad y todo salga bien.
ResponderEliminarUn beso.
Capítulo a capítulo lo veremos.
EliminarConsta de tan sólo diez.
Un beso 🌺