miércoles, 6 de octubre de 2010

QUE LE HAS HECHO A MI PLANTA? RELATO REAL


Hace ya algunos años tenía una planta, por aquí la llamamos del dinero......en realidad se llama de la moneda...por aquellos tiempos uno de mis hijos tenía una novia....
Un día de los que vino a casa, yo muy contenta le dije, fulanita has visto mi planta? ¡está preciosísima.....!
La chica salió al exterior que era dónde la tenía, encima de una mesa redonda, la planta casi tapaba la circunferencia y base de la mesa, la miró y me dijo que era muy bonita......y ahí quedó la cosa.
Al día siguiente, cuando me levanté de la cama, subí la persiana, desde allí veía la planta, y me llamó la atención por algo extraño que vi.......
Salí muy deprisa afuera, al verla me quedé de piedra, estaba m-u-e-r-t-a
Que le pasó a mi pobre planta, si yo estaba orgullosísima de lo bonita que estaba, y la cuidaba con amor.
Con una mirada la mató ¡es increíble pero cierto.............!
Verónica

martes, 5 de octubre de 2010

PARA MI MADRE POEMA

DEDICADO CON TODO MI AMOR, A MI MADRE
EL DÍA 1 DE SEPTIEMBRE HUBIERA CUMPLIDO
OCHENTA Y CUATRO AÑOS
Madre solo hay una
nadie como tu
querida Madre mía
me acuerdo de ti
todos los días
quien fuera de
nuevo una niña
para estar sentada
de nuevo en tus faldas
que me abrazaras
sentir tu calor y que
que tu sintieras el mío
no hay Madre caricias
como las tuyas que
rápido crecí Madre
y perdí tu protección
pero dentro del corazón
Madre tienes tu
el sitio mejor
con todo mi amor
de esta niña que
tan rápido creció
tu hija Verónica....
Verónica

BILLETE DE IDA Y VUELTA MIS PERSONAJILLOS DE POCA MONTA

Era día de mercadillo así que Fernanda, se levantó de la cama, debería coger el autobús que la llevaría al pueblo de al lado.
Veremos que es lo que traería de el, a veces venía más cargada que otras veces, pero eso ya lo iremos viendo.
Se dirigió a la parada, al rato vio el autobús llegando a la parada.

-Ya viene se dijo para si misma.

Se subió en el con cara de pocos amigos, el conductor la miró pensando que vaya mujer mas antipática y desaliñada.
Se bajó a cuatro paradas, se dirigió a la zona que ponían la ropa, dio vueltas y vueltas, pasó varias veces por las paradas de prendas que había colgadas, otras descansaban en montones, unas encima de otras.
Le echó el ojo a un jersey de lo mas bonito, ya llevaba rato mirándolo, cuando el vendedor se distrajo ella lo cogió y lo metió en una cesta grande que llevaba, continuó haciendo todo el recorrido del mercadillo.

-Necesito otro para el.

Dio mas vueltas por el mercadillo, llegó a una parada que vendían prendas de hombre, la mujer hizo la misma operación, echó el ojo a uno de color gris, aquel a su Matías le quedaría estupendo, cuando el vendedor se distrajo hizo la misma operación, otro para dentro de la cesta...
Luego se dirigió donde vendían la fruta, se acercó a una parada le echó el ojo a unos melocotones que tenían muy buena pinta, cogió una bolsa de plástico y metió allí como unos tres kilos como mínimo, en vez de dejarlo a la vista para posteriormente pesarlo, lo dejó en el suelo. Cogió otra bolsa de plástico y se acercó a unas manzanas, cuando llegó meneó la cabeza de un lado al otro como diciendo que no, a la vista de la vendedora hizo ver como si aquellas manzanas no le gustaran.
Cogió la bolsa de melocotones que tenía en el suelo y tranquilamente se marchó para adelante, buscando otras paradas donde poder hacer la misma operación.
Al rato ya tenía fruta mas que suficiente para toda la semana.
Y se dirigió a esperar el autobús.

-Ya viene

Se subió en el, cuatro paradas.
Y muy satisfecha se dirigió para su vivienda, aquella mañana había merecido la pena, solo había gastado el billete de ida y de vuelta
Verónica

domingo, 3 de octubre de 2010

EL LORO CUENTO

Francisco un día volviendo de su trabajo, a lo lejos creyó ver un pájaro muy grande, con muchos colores. Se acercó hasta allí. Y si.... había un bello pájaro grande.
Se dijo que era un loro. Pero que hacía aquel bonito pájaro solo?
Miró para un lado de la calle, luego para el otro, para arriba, para abajo. Allí solo estaba aquel pájaro. Así que decidió llevárselo para su casa, sus hijos se pondrían muy contentos.
Al entrar en casa, los pequeños estaban viendo los dibujos animados. Al ver entrar al padre, con semejante pájaro en la mano, fueron a ver al lindo pájaro.

-Mirad chicos, le tendremos que poner un nombre....

El mas chiquitin, un niño de unos tres añitos dijo:
-Pepe, yo quiero que se llame Pepe.

-Bueno hijo, le llamaremos Pepe, dijo la madre.

El hermano, con gesto de disgusto, le dijo a su hermano.
-Vaya nombre, para un pájaro?

-A mi me gusta, yo quiero Pepe, verdad mama?

-Vale ponle como quieras, Pepe está bien, dijo el padre

Le pusieron de comer, el padre tenía una gran jaula y allí lo metió.
El pájaro pensó que allí no le gustaba estar, vaya vida, mira que ir a parar a una jaula, con lo feliz que el estaba suelto en la calle.
Al poco rato el loro empezó a decir palabras no muy bien sonantes, Francisco que le escuchó fue donde estaba el loro, y le riñó.

-Palabras feas no, eh Pepe?

El pájaro lo miró asustado. Ahora vendrá y me pegará pensó?
Francisco en vez de hacer, lo que el pájaro pensaba, se lo llevó a una habitación y lo dejó allí encerrado. No sin antes decirle, que cada vez que hablara mal, ese sería su destino.
Muchas veces lo llevó a aquella habitación, así que Pepe ya cansado, pensó que lo mejor sería portarse bien, y olvidarse de aquellas palabras feas.
Nunca mas las volvió a pronunciar. Francisco lo sacó de la jaula, el loro estaba tan feliz, que empezó a ganarse su afecto.

Los niños jugaban con el loro, los acompañaba en sus lecciones, repetía todo lo que los niños leían y empezaron a tener mejores notas. Otras veces cantaban, el loro les acompañaba se lo pasaban en grande.
El dueño no apareció nunca, así que decidieron quedarselo para siempre
Todos felices, y Pepe mas.....
Tocó su final
FIN
Verónica

viernes, 1 de octubre de 2010

POEMA PESADILLA EN LA MADRUGADA

Me desperté sobresaltada
te busqué en la oscuridad
me cobijé entre tus brazos
por mi tan amados
había tenido un mal sueño
de esos que llamamos pesadilla
me apreté contra ti y me
sentí tan protegida y amada
que me volví a dormir
plácidamente sabiendo
que tu estabas aquí y
que cuidarías de mi
Verónica